Ramón Alvarado del Pino
Si quisiéramos hacer referencia alguna sobre el “Levantamiento de Piedras”, entendida ésta como una actividad de fuerza y habilidad practicada en Canarias -que también en otras partes del pétreo planeta que habitamos-, tendríamos que realizar un ejercicio de documentación para, posteriormente, citar las fuentes que nos hayan dejado información al respecto. De ésta manera se podría decir que ya, en las Crónicas de las Islas Canarias, Fray Alonso de Espinosa, en 1594, hablaba sobre la “Piedra de los Valientes”, en Arico (Tenerife). Y probablemente diríamos también que los retos de fuerza siempre han sido una actividad habitual en el medio rural, principalmente por quienes deseaban probar su poderío físico ante el peso de la piedra que levantaban o ante a la persona desafiada. Correspondían estos retos a todos los que tenían un trabajo vinculado con la actividad de “despedregar piedras” por la necesidad de manejarlas o transportarlas, ya se tratase de agricultores, labrantes ...