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Mostrando entradas de octubre 13, 2024

Al acebuche no hay palo que le luche

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              “Al acebuche no hay palo que le luche”, nos decía el viejo pastor. Y nos bastaba  este dicho del saber popular para hacernos una idea del tipo de madera que este árbol nos proporciona. Si bien existen otras especies arbóreas que nos surtan de varas dignas de ser empleadas para los usos a los que nos estamos refiriendo, como lo son el escobón, el almendrero o el brezo, el acebuche ha tenido siempre una consideración especial tanto por parte de los pastores como de los campesinos. “Al escobón le dio un bofetón”, “al almendrero le dio palos en el terrero”, “al brezo y el escobezo le dio por los besos”, “de la melosilla hizo astillas”, “al barbusano no le dejó un hueso sano”… Estos versos nos hacían comprender el lugar que ocupaba, y ocupa, el acebuche a la hora de ser comparado con otras maderas. La dureza y flexibilidad de sus varas quedaban, por lo tanto, disculpadas.                 ...

Barrosas sin barro

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  Presento aquí una fotografía de una cabra. a la que la mayoría de los pastores consultados en la comarca Sur-Sureste de Gran Canaria denominan como "barrosa".   Me pregunto porqué recibe este nombre. En un principio podría aceptar el término barroso como relativo a un color parecido o similar al barro, ya sea éste amarillento, canelo claro o canelo oscuro. Así nos lo indica el Diccionario de la Real Academia Española y así queda también recogido en el "Diccionario Histórico-Etimológico del Habla Canaria", de Marcial Morera, que dice barrosa : adj. Fv, GC , Tf, LP. Se dice de la cabra o vaca de color blanco amarillento . En el "Diccionario Ejemplificado de Canarismos", realizado por Cristóbal Corrales Zumbado y Dolores Corbella Díaz, se recoge su significado como adjetivo empleado en Fuerteventura y La Palma para referirse a una res caprina " de color amarillo anaranjado parecido al barro". Como segunda acepción cita la definición para Gran Ca...

El último Aguijante

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  La palabra “guanche” es una palabra moderna que de hace poco nos la acabamos de inventar. O eso es por lo menos lo que opinaba Manolito Guedes. Nos decía este pastor que nunca la oyó decir por boca de sus abuelos ni por persona alguna que fuera más viejo que él. Menos aún que sirviera para designar a los antiguos habitantes de esta isla. Los pastores y pastoras de las cumbres de Gran Canaria usaban las palabras “aguijantes” o “canarios” cuando trataban de nombrar a los moradores que vivían en estas tierras antes de la guerra, no   la Civil del 36, sino aquella que terminó por sufragar Isabel La Católica los días en los que no se levantaba muy católica.   E incluso llegó Manolito, en más de una ocasión, a pronunciar el término “agigante” y “antiguos canarios” cuando nosotros le preguntábamos por quienes poblaran esta isla siglos atrás.             ...se me quedaba en la cabeza. Nos llamaba la atención porque no se  oía hablar de ot...