La Revoliá, discurso de cultura colectiva
Dijimos una vez que La Revoliá comenzó su andadura en “un parque público que tenía el cielo por techo y por nombre “La Libertad”. Y no se pretendía con estas palabras escribir un bonito verso. Se trataba de reflejar el nacimiento y la creación de un colectivo de jóvenes cuyas intenciones fueron reunirse, asociarse y divertirse trabajando en torno a un tema del que todavía no conocían mucho. Si se nombró al cielo por techo simplemente fue porque nos mojábamos cuando llovía. Y cuando hacia frío, frío se pasaba. Y cuando soplaba el viento nos asocábamos al abrigo de una pared. En definitiva: el cielo se convirtió en nuestro techo porque no disponíamos de local o aula alguna en la que reunirnos o instalar nuestras ilusiones. Fue entonces, en la primavera de 1987, cuando comenzamos a compartir “La libertad” con el nombre del parque donde organizaríamos nuestras inquietudes. También es verdad que compartíamos la libertad con l...