Hierbolario

                                                                 HIERBOLARIO

“…antes del estilo existió la palabra…”

Al otro lado de la lluvia, la que ya no cae al igual que cuando éramos niños, se siembra, riega y cosecha el sustento que alimenta a los ganados que han dejado de encontrarlo donde ahora resuenan sus pezuñas en un desierto de penas y tristes miserias. Al otro lado del mar, el que siempre ha acariciado nuestras costas en un interminable beso de agua salada, se aventa, muele y empaqueta en naves transgénicas el grano que actualmente abastece los pesebres y comederos de los rumiantes generosos en leche. Al otro lado de la tierra, la que ya no nos pertenece más que bajo una hipoteca ruin y sangrante, se sellan, etiquetan y precintan los contenedores que viajaran a lomos de veloces trenes derechitos a los muelles: derechitos a ser estibados en las bodegas de mercantes barcos que surcaran las mareas para llevarlos y traerlos a esta otra parte de la tierra. Y será así como se hace el negocio que cambiará oro por baratijas.

HIERBOLARIO nace donde ya no nos moja la lluvia que no cae, donde no se siembran las palabras que habrían de florecer y donde ya no nos acariciamos con una conversación que, frente a frente, nos enfrente y acompañe. HIERBOLARIO se quiere como un lugar donde nazca la hierba y que, con el tiempo necesario, se convierta en el pasto que habrá de rumiarse.

HIERBOLARIO se quiere con tiempo, con reflexión, con surcos derechitos o renglones torcidos, con maresías que humedezcan la tierra y con tierra para que la hierba no tenga prisa entre el verde y el amarillo. Hierbolario no busca oro en las palabras: tampoco que nos las conviertan en baratijas cuando hablamos de palos y garrotes, de pasto para las cabras, badajos para las cencerras o suero que llora en la quesera. Y hierbolario.blogspot.com se quiere zurrón donde, con calma isleña, se amasen las palabras.

desde el sureste de Gran Canaria,

para hierbolario.blogspot.com,

Eduardo González.