Migrar sin permiso
Migrar sin permiso Dicen que las migraciones del Paleártico hacia el corazón húmedo de África han sido siempre asunto de aves: alas grandes, brújulas internas y rutas que se heredan sin necesidad de mapas. Pero una investigación reciente ha demostrado que una pequeña mariposa, casi invisible frente al tamaño de sus compañeras emplumadas, es capaz de realizar ese mismo viaje milenario. La migradora de los cardos, Vanessa cardui , recorre cada año más de doce mil kilómetros, cruzando dos veces el desierto del Sahara, esquivando tormentas de arena y océanos de calor. Su travesía es un acto de fe: partir sin certezas, guiada por una necesidad que no es distinta de la nuestra cuando el lugar donde nacemos se vuelve demasiado estrecho, demasiado cruel o demasiado árido para sostener la vida. Hacia finales del verano, esta viajera ligera atraviesa el Mediterráneo y desciende hacia África tropical. Allí pone sus huevos, deja un linaje que crecerá sin conocerla y, l...