Juanito Ramirez, artesano de sus manos
…cuando chico yo recuerdo de ir a casar con mi padre y me llevaba… y a lo mejor….el iba a casar al naciente áquel y aquí a lo mejor había otro…. y el me dejaba aquí para que le espantara las palomas… y en aquel naciente nacían janeas o juncos… y con esas janeas yo me entretenía haciendo algo. Yo, desde niño, desde la escuela, me nacía esto… de estar con mis manos entretenidas.
Yo nunca tuve maestros. Mi abuelo si hacía cestas y aperos de labranza y eso…pero yo quería imitar a mi abuelo en las cosas de carpintería… pero con un formón me hice una cortá que me tuvieron que dar ocho puntos y ahí se acabó mi aprendizaje en la carpintería.
No, con mi abuelo no me dio por hacer cestería…que su cestería era de pírgano y caña. De aprender con ellos, no. Igual que con los telares. Aquí teníamos telar, para tejer las traperas… era de mi madre, que tejía, incluso trabajaba con el lino, pero no, a los machos no nos dejaban meter allí porque decían que era cosas de mujeres.
Para hacer la tomisa uso la palma pero también uso la hoja del drago. Y esta otra tomisa me queda canela. La tomisa es sencilla de hacer. Hay muchas formas de hacerla... Yo cojo dos tiras. Primero lo doy dos vueltas a una de las tiras y gira con la otra. Yo muchas veces le digo a los chiquillos: una, dos…y vuelta…Y así continuamente. Se va añadiendo penca a medida que el grosor lo va pidiendo. Puedo hacerla de la medida que quiera pero las hago de una medida que me vaya bien para poder coser mis piezas.
La primera zaranda que hice fue porque me trajeron una foto y por la foto me fui fijando y la hice. Después, un día, vinieron Los Campesinos de Lanzarote, a actuar en San Bartolomé, que grababan el programa Tenderete allí. Me llevaron a mí también, como artesano, y yo llevé mis piezas. Los Campesinos se quedaron locos con el trabajo mío…pero yo me quedé más loco con la pieza vieja con las que ellos bailaban… que yo no la había visto. Pero la pieza vieja de ellos es de junco y también cosido con junco estillado. Pero de que se parte un poco el junco estillado… ya se termina rompiendo. Yo las coso con tomisa de palma, que aguanta mejor, casi toda la vida.
Para mi es un regocijo ver a ese grupo cantar y bailar. Como ese grupo, carajo, bailando descalzo, con esas ropas…Y cuando veo que usan una zaranda de los que ellos me encargaron… Si, les he hecho muchas piezas para ellos, pa sus casas y eso.
A mi el barro… desde chico me gustaba hacer las figuritas de los nacimientos, con grea que yo cogía del barranco. No nos quedaría muy bien… pero las hacíamos. Claro que no teníamos idea ni ná de que eso había que guisarlo o cocinarlo. Esa grea que nosotros utilizábamos no sirve porque se rajaba toa…pero bueno. Con eso hacíamos nosotros montón de cosas.
Yo, como todos, trabaje bastante en los tomateros, en el barranco Balos, en Las Carboneras…Crisis como la que se esta pasando no. Aquello era peor que esto. Miseria eran las nuestras, que no había ni gofio para comer.
Nosotros éramos diez hermanos. Mi padre era carnicero. Pero en los tomateros éramos, dos hermanos, yo, y otro hermano. Pero después, mi hermano, el más viejo se me fue a trabajar en la tienda de los Betancores, donde está hoy el museo de La Zafra, y ya me quedé yo solo con mis hermanas. Yo me quedé como el jefe de mis hermanas para llevar fanega y media de la primera hoja y otra fanega de la segunda. Yo gracias a que tenía una hermana que para trabajar era muy buena y todo lo consultaba con ella. Si ella estaba de acuerdo…entonces lo hacíamos. Yo lo que no quería era poner una orden si ella no estaba de acuerdo conmigo.
Vivíamos en cuarterías, de piedra y barro, con el techo de planchas de cinc. Después quitaron las planchas del techo porque se las llevaron pa no se donde y hubo que ponerles techos de cañas y barro. Pero cuando llegaron a la nuestra ya no se llevaron las planchas de cinc, no se porqué. Pero hubo un temporal y en la nuestra llegaron a refugiarse hasta sesenta personas metías allí, en el cuarto aquel. Allí se hacía de comer y allí comíamos hasta que el tiempo escampó. Estábamos allá abajo na más que en el tiempo de la zafra. Bajábamos de Tirajana pa bajo en el mes de julio. En agosto ya estábamos plantando. La segunda hoja se plantaba mas tarde. Acabábamos la zafra veces en el mes de abril…veces en mayo. Todo ese tiempo estábamos allá abajo. Veces veníamos para arriba, pocas veces, a buscar comida y alguna cosa, porque aquí arriba había agua y mi padre plantaba papas, cebollas…
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Bueno, comida no había mucha, que era el tiempo de las cartillas (de racionamiento)….
para hierbolario.blogspot.com,
Juanito Ramirez.
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